Capítulo 500
Capítulo 500
“Vi que no trajiste el coche, por aqui es difícil conseguir taxi“, explicó Rafael de manera sencilla.
“¿Cuándo llegaste? ¿Has esperado mucho? ¿Por qué no me llamaste?“, preguntó Sofía con una sonrisa, tomándole la mano a Rafael. Estaba tan feliz que olvidó su habitual timidez en público y tomó la iniciativa de mostrarle afecto, algo que no solia hacer.
Rafael disfrutaba visiblemente de la rara iniciativa de su esposa, sonriendo levemente mientras respondía pacientemente, “Acabo de llegar hace un rato, estaba a punto de enviarte un mensaje cuando te vi bajar.”
“Entonces, realmente estamos conectados“, continuó Sofia, rlendo.
Rafael le pasó suavemente la mano por la nariz, “Si, definitivamente estamos conectados.” Belonging © NôvelDram/a.Org.
Camila, observando a la pareja desde un lado, sintió que su presencia sobraba en medio de tanto amor. Es impresionante cómo el amor puede cambiar a una persona; Sofi, normalmente tímida e independiente, también tenía sus momentos de cariño, mientras que el normalmente distante Sr. Amorós podía ser increíblemente tierno.
Otro día alimentándose de amor ajeno.
Al volver a la villa, Sofía se sorprendió al ver que Leonardo y Noelia ya habian organizado sus maletas y la suya. “¿Quién les ayudó a empacar?“, preguntó Sofía, sorprendida al ver todo tan ordenado.
“Fue papá quien nos ayudo“, respondió Leonardo con una sonrisa, claramente feliz.
“Si, mamá, ¿puedes revisar si lo hicimos bien?“, preguntó Noelia, esperando una felicitación.
Sofía revisó las maletas de los niños y la suya, encontrando que la ropa de cambio, los artículos de baño y las toallas estaban completos y bien organizados. “Lo han hecho muy bien, aplausos para Leo, Noe y papá. Solo falta que añadan el repelente de mosquitos y los parches antimosquitos y estaremos listos.”
na sus habitaciones
Al escuchar esto, los niños Sofia se levantó y caminó hacia Rafael con una sonrisa, “Gracias, amor.”
Rafael, ligeramente sonrojado, tosió para ocultar su incomodidad, “Descubrí que organizar las maletas no es tan difícil, así que lo hice todo.”
“¿Entonces podrías hacer todas las cosas que descubras que son fáciles?“, Sofía bromeó.
A lo que Rafael respondió seriamente con un “SI“.
Sofía abrazó a Rafael con cariño, agradecida por tenerlo en su vida.
Rafael la abrazo de vuelta, y en ese momento de intimidad, los niños regresaron con los repelentes.
Noelia, con los parches en la mano, miró a sus padres abrazados y preguntó inocentemente, “¿Qué están haciendo, mamá y papá? ¿Van a darse un beso? Se quedó parada en la puerta, observándolos con curiosidad.
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