Volvemos a Empezar, iMi Ex!

Capítulo 231

Sofia apretó ligeramente la mano que sostenía el teléfono, en silencio, la persona del otro lado parecía insistir en verla. This content is © NôvelDrama.Org.

“Lo siento, podría no ser conveniente.”

“Estoy en la cafetería, al lado de su estudio.”

Después de colgar, Sofía tomó su bolso y salió.

Camila al ver que Sofía tenía una expresión inusual, preguntó con preocupación: “Sofi, ¿vas a salir? ¿Qué pasa?”

Sofía forzó una sonrisa y dijo, “Tengo que hacer un recado.”

“Entonces ten cuidado, llámame si necesitas algo,” dijo Camila, aún preocupada.

“Está bien.”

Sofía se dirigió directamente a la cafetería de al lado.

Al entrar, inmediatamente vio a la mujer sentada junto a la ventana panorámica.

La mujer estaba de espaldas a ella, con su largo cabello castaño ondulado, llevaba un vestido largo negro que irradiaba elegancia, sentada allí, hacía que uno no pudiera evitar mirarla una y otra vez.

Sofía se acercó diciendo, “Srta. Oliveras, hola.”

Pilar levantó la mirada y respondió, “Srta. Carreras, hola, por favor, siéntese.”

Luego, llamó al camarero, “¿Qué le gustaría tomar, Srta. Carreras?”

“Agua con limón, gracias,” le dijo Sofía al camarero.

Las dos mujeres se sentaron frente a frente, Pilar revolviendo el café, y Sofía sorbiendo el agua con limón.

“Srta. Oliveras, ¿para qué me quiso ver?” Sofía dejó su vaso, y preguntó con tono firme.

Pilar miró a Sofía con arrogancia y respondió, “¿Cómo se siente volver a ocupar el lugar de la Sra. Amorós?”

“Srta. Oliveras, ¿qué respuesta espera? Estoy muy feliz, muy satisfecha, ¿le parece bien esa respuesta? Además, no tengo por qué compartir mi alegría con usted,” Sofía respondió con una sonrisa amplia, devolviendo el golpe con elegancia.

Pílar apretó con fuerza el asa de su taza de café, su expresión que difícilmente ocultaba su ira.

Luego, como si cambiara de máscara, adoptó una sonrisa apropiada y dijo, “Le tengo que dar las gracias a Rafa por cubrirme anoche, si no…“, Al oír eso, el rostro de Sofía palideció, sus manos bajo la mesa se apretaron fuertemente.

Pilar, viendo su reacción, sonrió con satisfacción, diciendo a propósito: “Rafa ni siquiera comió mucho y bebió tanto, luego seguro se sentirá mal, anoche debiste tener trabajo cuidando a Rafa.”

La mente de Sofía estaba llena de imágenes de Rafael bebiendo en exceso la noche anterior para cubrir a Pilar. ¿Entonces él sabía que ella estaría allí y por eso fue? Así que no fue porque otros lo emborracharon, sino porque estaba ayudando a Pilar, por eso Pilar le agradeció por mensaje.

“Somos esposos, cuidarlo es lo correcto, dijo Sofía, su rostro ya no mostraba ninguna expresión, hablaba ya con frialdad.

Pilar no se molestó, después de todo, había logrado su propósito. Levantó su café de la mesa, saboreándolo con elegancia.

“¿Me citó aquí solo para decirme esto?”

“Por supuesto que no, escuché que se reconciliaron, vine especialmente a felicitarla, espero que esta vez pueda mantenerlo atado firmemente.” Dicho esto, Pilar recogió su bolso y se marchó.

Sofía se quedó sentada, inmóvil. Camila, al ver que no había regresado, la llamó.

“Sofi, ¿todo bien por allí? ¿Vuelves para almorzar?!

Camila, quizás hoy no vaya al estudio, tengo otros asuntos que atender.”

“No hay problema, atiende a lo tuyo, ¿estás… bien?” La voz de Camila sonaba preocupada, el aspecto de Sofía al salir esa mañana no era bueno. “Estoy blen, no te preocupes, estaré mañana por la mañana.” Sofía hizo un esfuerzo por sonar enérgica, pretendiendo estar relajada para que Camila no notara nada extraño.

“Está bien. Dijo ella.