¡Sorpresa! Tuve Cuatrillizos con Mi Desconocido Esposo

Chapter 248



Capítulo 248

Carol arugó el ceño al recordar las palabras de Abel.

Abel habia dicho que, a lo largo de los años, Miro siempre había sido objeto de burlas.

Por ser callado, lo tildaban de mudo.

La verdad era que sólo tenia problemas psicológicos, pero decían que estaba loco.

Y por intereses familiares, algunos incluso deseaban su muerte…

Recordando las maldiciones que Margarita habla lanzado contra Miro, Carol se enfurecia.

Algunos familiares son como la familia, y otros que ni siquiera se puede considerar como personas.

“Todo va a mejorar.”

De repente, Carol rompió el silencio, y Miro se giró para mirarla, sin tiempo para reaccionar antes de ser abrazado por ella.

Miro temblo de sorpresa, su respiración se aceleró y su rostro se tiño de rojo.

Era la primera vez en su vida que una mujer lo abrazoba.

Se sintió nervioso y avergonzado.

Intentò liberarse del abrazo de Carol, pero ella lo sostenía con tanta fuerza que no pudo escapar.

“Tu…”

“Miro, confía en mi, todo va a mejorar. Voy a llenar tu corazón de luz, te convertiré en un niño sano y alegre. Haré que todos los que se burlan de ti, te maldicen, los que no quieren verte bien, se callen la boca.”

Fuera de la habitación, Aspen tenía la mano en la manija de la puerta, pero no la empujó para entrar

Con una expresión complicada, se quedó parado en la entrada, escuchando claramente las palabras de Carol… Contentt bel0ngs to N0ve/lDrâ/ma.O(r)g!

Abel todavia estaba en la cocina, “¿Qué pasa, Aspen?”

Aspen retiró su mano y volvió a la cocina, echando un vistazo a la carne que Abel estaba picando.

“Está bien asi, ya le pusiste los condimentos?”

“Todavía no.”

Aspen se quitó el saco y, arremangándose, se lavó las manos y empezó a condimentar.

Abel preguntó, “¿Ya no vas a llamar a la señorita Carol?”

“No.”

Abel miró sorprendido, “Vamos a hacer las empanadas nosotros?”

Aspen respondió descontento, “¿Por qué, no puedes?”

“Yo… yo puedo picar la carne porque eso es fuerza bruta y me la juego, pero hacer empanadas necesita de una mano fina, y si me pides a mi, de verdad no puedo.”

Aspen lo miró con desden, “Largate!”

Abel “…”

Cuando Carol salió de la habitación de Miro, Aspen no estaba, solo Abel estaba en la cocina, ocupado.

Al ver las empanadas ya hechas en la mesa, Carol se sorprendió,

“Abel, ¿tú también sabes hacer empanadas? ¡Eres increible!”

Abel sonrió con vergüenza, “No fui yo, las hizo Ape.”

Carol estaba asombrada, “El sabe hacer empanadas?”

“Si, Ape a menudo cocina, y la comida casera no es problema para él.”

Capitulo 248

Carol observó las empanadas que Aspen habla hecho, bien formadas,

“Quién iba a pensar, con ese genio que tirne, que él sepa cocinar. Yo creia que solo sabla ser agresivo.”

“Ape ha cuidado de Miro todos estos años, ha sido padre y madre, no ha sido fácil para

Carol lo reconoció internamente, pero murmurd,

*Tú también la tienes dificil, con ese genio que tiene, no sé cómo lo aguantas todos los días. Si fuera yo, ya me habria ido, ni muerta seguiria con el ”

No bien habia terminado de hablar Carol, cuando una voz fria tesono detrás de ella,

“Ni que quisiera estar contigo!”

Carol se sobresaltó y al girarse vio a Aspen recién salido del baño, secándose las manos.

Con el rostro tenso y una mirada fulminante, era obvio que habla escuchado lo que acababa de decir y no le habla gustado:

Carol queria responderle, pero su atención se desvió hacia su figura.

Seguramente porque estaba haciendo empanadas, se habia quitado el saco y ahora llevaba apenas el pantalón oscuro y la

camisa.

El pantalón cala recto y suelto, y la camisa le quedaba perfecto, con tela de calidad, sin una sola arruga.

Las mangas de la camisa estaban arremangadas hasta los codos, y el ruedo metido dentro del pantalón.

Cintura delgada, piemas largas, y una postura erguida.

No llevaba corbata y los dos botones superiores de la camisa estaban desabrochados, mostrando la nuez de Adán y dejando entrever el inicio de su clavicula, luciendo descuidado pero sensual.

Sus antebrazos expuestos eran fuertes y musculosos, una visión de pura masculinidad.

Todos tienen un lado vanidoso, y Carol inconscientemente hizo un gesto de tragar saliva.

Entonces, él, con el rostro oscuro y claramente insatisfecho, le espetó,

*¿Acaso me estás acosando?!”


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