Capítulo 1109
Capítulo 1109
Fernanda le indicó que fuera hacia el este, y él la siguió sin hacer preguntas.
“¡Esto me mata!”
Oriol, enfadado, subió las escaleras. El drama que había comenzado terminó en un instante.
Mercedes perdió el interés en ser espectadora, frunciendo el ceño, dijo: “Pensé que veríamos una batalla épica, pero fue solo ruido. ¡Aún no está claro quién es más fuerte entre Fabio y Oriol!”
“¿Aún lo dudas? ¡Claro que Fabio!”
Jeronimo apoyó seriamente a Fabio. Desde arriba, de repente, lanzaron un zapato hacia Jeronimo golpeando la parte posterior de su cabeza.
Grito ‘ay‘, girándose de inmediato: “¿Quién fue?” Nôvel/Dr(a)ma.Org - Content owner.
Arriba estaba Oriol, quien fingió disculparse: “Lo siento mucho, fue un descuido, Sr Parra, disculpas“.
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Al ver que era Oriol, el enojo de Jeronimo desapareció instantáneamente, y forzó una risa diciendo: “No pasa nada, no es para tanto, pero la próxima vez ten cuidado…“.
Oriol se dio vuelta y salió, mientras Jeronimo, mirando su espalda, agitaba su puño en el aire.
¡No eres nada comparado con Fabio! ¡Ni siquiera vales su uña! ¡Mereces quedarte en San Cristóbal Alto!
Jeronimo maldijo a todos los ancestros de Oriol en su mente, criticando a toda la familia Lobo, antes de recordar que Sebastián le había pedido que memorizara la información del Grupo Lobo. Un chisme decía que Oriol no era el hijo biológico ni nieto del abuelo Lobo, sino un hijo adoptivo.
Esto enfureció aún más a Jeronimo. ¡Ni siquiera era un hijo biológico de la familia Lobo y se atrevía a ser tan arrogante! ¡Su posición como el segundo hijo de la familia Parra era mucho más destacada que la suya! ¡La próxima vez traería gente para que Oriol vea lo que es bueno!
“¿Hermano, qué estás haciendo?”
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Capitulo 1109
Mercedes miró a Jeronimo, confundida. En ese breve momento, la expresión de Jeronimo cambió tanto que podría haberse convertido en un meme.
“¿Yo? Tienes razón, ese Oriol no es buena persona, tenemos que apoyar a Fabio y enfrentarlo juntos“.
En el segundo piso, justo cuando Fernanda estaba ayudando a Fabio a volver a su habitación, dijo seriamente: “Todavía no te has recuperado, ¿quién te dio permiso para andar saliendo?”
Fabio bajó la mirada, diciendo: “Estaba preocupado por ti“.
En los ojos de Fabio había una mezcla de tristeza y remordimiento mientras decía: “Si estás enfadada, puedes golpearme“.
Al escuchar a Fabio decir esto, Fernanda soltó una risa, cambiando su seriedad: “Estaba bromeando, el hecho de que te arriesgues a pesar de tu herida para encontrarme me hace muy feliz, pero no lo hagas de nuevo. ¿Qué pasaría si me ocurriera algo y tú, yendo tras de mí, te pasara lo mismo? ¿Quién buscaría venganza por mí?”
“¡Ahora me críticas y luego hablas de cosas tan infaustas!”
Fabio le dio un golpecito en la frente a Fernanda, diciendo: “No te pasará nada, y no dejaré que te pase nada“.
“Está bien, lo sé. Contigo protegiéndome, sé que estaré segura“.
Fernanda abrazó a Fabio, sintiéndose tranquila en sus brazos. Si hoy se hubiera subido a ese auto, las consecuencias podrían haber sido impensables…
“Mira lo que traje de vuelta“.
Fernanda sacó unos documentos de su bolso, diciendo: “Cristal me entregó el acuerdo de transferencia de acciones del Grupo Borrego. Y tú, debes dejarla de usar a la familia Calderón para amenazarla“.
La mirada de Fabio estaba llena de cariño: “Como tú digas“.
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