Capítulo 30
Capítulo 30
Capítulo
Cobarde? Yo? La rabia apareció en el bonito rostro de Kathleen mientras la ira se cocia a fuego lento en su interior,
–Tu eres el cobarde! Divorciate de mi si tienes las agallas para hacerlo.
-No, no lo haré – Samuel Insistió sin compasión. No volverás a mencionar el tema nunca más.
– Asi que todavía no estas de acuerdo con el divorcio, ¿verdad? – Kathleen sacó su teléfono antes de entregárselo-Llama a Nicolette y dile que no te vas a divorciar, suponiendo que incluso tengas las agallas para hacerlo.
Una mirada ominosa cruzó los ojos del hombre.
– No tienes las agallas para hacer la llamada – Kathleen colgó el teléfono con una expresión de agravio en su bello rostro- ¡La única razón por la que insistes en no divorciarte de mi es porque intentas obligarme a donar mi médula ósea! Nunca lo haré. Ahora que la abuela lo sabe, haré que sea ella quien juzgue. Si interviene, tendrás que divorciarte de mi. -Con eso, salió de la habitación.
«¡Esto es exasperante! ¿Por qué este hombre cambia de parecer todo el tiempo ¿Por qué es tan dificil para mi conseguir el divorcio?>>
Mientras tanto, Samuel veía el teléfono que ella habia tirado sobre la cama con una mirada fria.
«Cada dia es más atrevida, pero no me apetece divorciarme de ella», penso. «Ahora que los demás miembros de la familia se han puesto de acuerdo sobre el divorcio, ya no tengo prisa, asi que decido mantener el estancamiento».
Kathleen se paseo por el patio, pues no queria estar en la misma habitación que él. Le resultaba asfixiante.
Wynnie llegó a casa al mediodia. Como ella y Calvin tenían una gran relación, se les veia juntos todo el
tiempo, lo que era algo que Kathleen admiraba.
Además, Calvin era un gran marido. Le llevaba cualquier cosa que le gustara cuando volvia de un viaje de negocios. A veces, creaba escenarios romanticos para ayudar a preservar su amor. A pesar de tener un gran padre como el para dar ejemplo, Samuel no aprendió nada,
Calvin preparó un pastel del que cortó un trozo y se lo ofreció a Wynnie antes de ofrecerle otro trozo a Kathleen.
-Ven, Kate. ¿No te gusta el pastel de fresa?-le entregó el trozo de tarta-. Puedes comer todas las fresas que tenga.
Gracias, papá – Kathleen estaba sorprendida por su amabilidad.
— No tienes que darme las gracias. This belongs © NôvelDra/ma.Org.
-¿Por qué le ofreciste a Kate una tajada tan grande? Las mujeres de hoy en día tienen que mantener una figura esbelta. Al hacer esto, la estás obligando a terminarse toda la porción -recordo Wynnie. Sin embargo, Calvin replico:
-Kate no esta gorda las mujeres no deberían hablar siempre de hacer dietas. No es bueno para la salud, Mantener una figura moderada esta bien. No tienes que sentirte ansiosa por ello. En cambio, ten más confianza en ti misma.
Wynnie se encogió de hombros en señal de derrota, Kathleen sonrió con recato. «Calvin es un gran padre. Tengo mucha suerte de tener unos suegros como ellos. Pero, ¿por que tengo que tener un marido tan malo?» penso.
-Come Kate. Me dirijo al bufete de abogados ahora. -Wynnie se levantó.
–Querida, vas a trabajar ahora?
-No habría necesitado volver a casa durante el mediodía si no fuera por ti -se quejó Wynnie-. Hay un montón de tareas que todavia tengo que atender en el bufete, asi que tengo que irme.
-Ven a casa antes -sugirió Calvin, poco dispuesto a separarse de ella-. Cocinaré tus comidas favoritas.
-Lo sé. Estás haciendo un escándalo. No pareces para nada el presidente de una empresa. -A pesar de decirlo, Wynnie estaba radiante.
-Siempre serás la más dominante cuando estemos juntos-Calvin parpadeó.
-Ya que lo dices, será mejor que te ocupes de tu hijo. Ha hecho algo que me molesta -exigió Wynnie.
-No te preocupes. Prometo darle una paliza a ese mocoso -Su esposo se frotó las manos.
-Muy bien entonces. Me voy ahora. -Se fue apurada.
Calvin se levantó.
-¡Espera, cariño!
Wynnie se dio la vuelta:
– ¿Qué es?
Se acercó a ella para sujetarle los brazos antes de inclinarse para besarla en los labios. De repente, Kathleen sintio que había perdido el apetito.
-Oye, nuestra nuera está mirando! -reprendió Wynnie, nerviosa a pesar de su habitual personalidad dominante. Calvin sonrió:
–Es nuestra hija, asi que no pasa nada.
– Hmmm! -Wynnie resoplo antes de dar la vuelta para irse. Calvin se giró hacia un lado para ver como estaba Kathleen mientras sonreía con amabilidad.
-¿Está bueno el pastel?
Kathleen asintio.
-Es genial que te guste. Dime si alguna vez quieres volver a comerlo-Calvin se sento, lo que hizo que
Kathleen se pusiera un poco nerviosa.
Aunque era de modales suaves la mayor parte del tempo, exudaba un aura misteriosa y dominante que correspondia a su prominente estatus. Solo que rara vez mostraba esa laceta suya a su familia, por lo que Kathleen tampoco vela rue lado de el. Sin embargo, no podia evitar recordar la distancia que los separaba cada vez que veia fotos de el en las revistas, en las quc lucia una expresión severa,
– He oido que has estado discutiendo con Samuel-preguntó con calma–.¿Te intimidó?
-No Supongo que eso no cuenta como acoso -Kathleen frunció los labios.
-¿Que contaria como acoso si no es una aventura? -consoló-, Kate, no puedes considerar que el hecho de que haya tenido una aventura esté en su derecho sólo porque no te quiera. Debe rendir
cuentas. Tu matrimonio es legal y vinculante. No importa cómo se hayan juntado y acabado casados, los dos son responsables de su matrimonio.
Kathleen se mordio el labio.
-Si, soy consciente de ello.
sable de esto. Qué mal podrias haber hecho? Sólo permitiste que Samuel hiciera lo que quisiera porque lo amabas demasiado. Kate, no tienes nada que temer. Eres la esposa legal de Samuel y también tienes nuestro apoyo. Ve y enfrentate a la tercera parte si es lo que te apetece. Wynnie, mi madre y yo; ninguno de nosotros tiene miedo de Samuel -aconsejo Calvin con seriedad, lo que la conmovió.
«¿Por qué son todos tan amables conmigo?», pensó.
-Papá, sé que Samuel y yo nunca podremos volver a ser como antes desde que pusimos las cosas al descubierto -dijo Kathleen abatida.
-¿Quieres decir que has tomado la decisión de pedir el divorcio porque tu relación ya no será lo que era? – preguntó Calvin con solemnidad.
Ella asintió:
– No quiero ocultarte nada, papá. Samuel hizo algo imperdonable, asi que no creo que pueda tolerarlo más.
Calvin frunció el ceño. «¿Algo imperdonable? ¿Podria ser que él y Nicolette hayan… ¡Ese mocoso!>>
-Asi que me gustaria pedir el divorcio, papá-las pestañas de Kathleen se agitaron mientras bajaba la mirada- Pero Samuel no está de acuerdo.
-Me he enterado por Wynnie de que tú y Nicolette tienen médulas óseas compatibles. ¿Estoy en lo cierto? – preguntó con tono frio.
Kathleen asintió. Calvin al fin comprendió la situación.
– Amenazo con no divorciarse de ti si no donabas tu medula osea a Nicolette?
Kathleen asintió aún más.
Alvin se burlo para sus adentros: «Dimonios, este mocOSO Si que sabe como conspirar. Ademas de obligarla
a ser donante de médula ósea, podría tener otros motivos para negarse a divorciarse de Kathleen.
-Kate he hablado con la abuela sobre esto. Tienes nuestro apoyo, así que no intentaremos convencerte de que cambios de opinión sobre el divorcio-el hizo una pausa por un momento-Te ayudaré a pensar en algo.
Kathleen parpadeo asombrada: Habla en serio?»