Capítulo 387
Capítulo 387
Inicialmente quise negarme, pero al oír eso, lo acepté y bromeé: “¿Así que hubo un tiempo en que considerabas el dinero tan insignificante?”
En aquel momento parecía no levantarte si no había ganancia, pero cuando era pequeño, regalaba casas como si nada.
Él alzó una ceja y dijo: “Gracias por el halago, después de todo, también te saqué muchas cosas buenas en aquellos tiempos.” Content (C) Nôv/elDra/ma.Org.
Eso solo podría decirse que era mantener la esencia.
Después de cambiarme las zapatillas de casa, él empujó su maleta directamente hacia el dormitorio diciéndome: “Los articulos de uso diario también están todos listos, si falta algo, tú mira qué añadir.”
“Está bien.”
Asenti, mirando alrededor, sintiendo de repente una sensación de seguridad que hacía mucho no experimentaba. El sol del temprano otoño asi entraba.
Él se apoyaba en el marco de la puerta, sin huesos, comenzando a hablar de manera relajada: “¿Podemos continuar? ¿Qué más averiguaste en Puerto Nuevo?”
“Esto.”
Saqué el collar de esmeraldas de mi cuello y luego dije: “Lo reconoces, ¿verdad?”
“Por supuesto.”
Su expresión se tensó ligeramente preguntando: “¿Lo has llevado contigo todo el tiempo?”
“Mmm, no mucho después de verte en Puerto Nuevo, mi tía me lo dio.”
“Increible.”
Exclamó con una risa burlona, agarrando mis mejillas con fuerza: “¿Quién te enseñó a esconderlo tan bien?”
Si lo hubiera visto antes, muchas cosas no habrían necesitado dar tantos rodeos.
Mis mejillas estaban deformadas por su agarre y dije: “…ni siquiera pensé que esto sería tan
útil.”
“Idiota.”
Me soltó, echándome una mirada y preguntando: ¿Y entonces? ¿Qué pasa con este colgante?”
“Resulta que tenía grabada la palabra ‘Yáñez‘ debajo.”
Lo miré y pregunté: “¿Sabes de dónde viene esa esmeralda?”
“Se dice que cuando naciste, tu madre… Lorena te lo dio.”
Camilo frunció el ceño, como recordando: “Esa palabra ‘Yáñez‘, en ese tiempo también le preguntamos a Fabiola, ella dijo que Lorena era de la familia Yáñez.”
No entendía y dije: “Pero ella no era una Yáñez.”
Me aclaró la duda: “Ella tomó el apellido de su madre, no sé qué ocurrió en aquel entonces, pero cuando se casó con la familia Monroy, la familia Yáñez cortó lazos con ella.”
Cuanto más escuchaba, más confundida me sentía. Pero aun así, sentía que Lorena… no podía ser mi madre biológica.
Se rio suavemente, enderezándose y diciendo: “No hay prisa, la verdad saldrá a la luz eventualmente.”
Sonrei: “Si.”
Con esto, no había prisa. Demasiadas cosas eran asuntos antiguos, por lo que llegar al fondo de todo no era tan sencillo.
Miré la hora y pregunté: “¿Te invito a cenar?”
Justo cuando terminé de hablar, el timbre sono.
Fue a abrir la puerta, recogiendo dos bolsas de frutas y verduras frescas del repartidor, mientras caminaba hacia el refrigerador, preguntó con doble sentido: “¿Qué tal cocina
Isaac?”
No lo pensé mucho y respondi honestamente: “Bastante buena.”
Gracias a la enseñanza de Andrea, Isaac realmente tenía buenas habilidades culinarias. Aunque no tuve muchas oportunidades de disfrutarlas.
“¿En serio?*
Camilo parecía despreocupado al responder, y después de preguntarme qué queria comer, guardó el resto en el refrigerador.
Me acerqué y luego le dije: “Déjame hacerlo yo.”
No parecía el tipo que cocinaría. La última vez que fui a su casa, la cocina estaba tan limpia como una casa modelo. Obviamente era una cocina que casi nunca no se usaba.
No sé por qué aquello tocó su punto sensible, me echó una mirada, con un tono perezoso y preguntó: “¿Temes que te envenene?”
“¿Eh? Por supuesto que no.
Respondi en contra de mi/voluntad: “Tu cocina parece de nivel estatal.”
Pareció bastante satisfecho con la respuesta, levantando la barbilla hacia el salón mientras decía: “Entonces ve y échate en el sofá, siéntate o acomodate como quieras, espera a que la cena esté lista.”
Capitulo 387
“Bueno, entonces te dejo a cargo de toda la cocina.”
Con la forma en que lo dijo, pensé que la cena de aquel día estaba asegurada.
Capítulo 388