Capítulo 338
Capítulo 338
Mi corazón parecía haber sido pellizcado por algo. Justo como dijo Camilo, era algo subconsciente, sin saber de dónde provenía. Al ver la tristeza en su expresión, sin pensar, me puse de puntillas y levanté la mano intentando acariciar su cabeza. Pero, al extender mi mano a la mitad, volvi en mi, deteniéndome en el aire, luego enfrentando sus ojos marrones, susurré para consolarlo: “Camilo, ella no te culpará.”
Su mirada brilló por un instante, pero conforme me detuve, volvió a la normalidad: “Tú no eres ella, ¿cómo sabrías lo que piensa?”
“Pero he vivido experiencias similares.”
Bajé la mirada y amargamente dije: “Ambos viviamos bien, de repente nos quedamos sin padres, solo pudiendo depender de nosotros mismos, luchando y esforzándonos por vivir.”
Lo mirė nuevamente, sonriendo levemente: “Si yo fuera ella, definitivamente no te culparia. Ella… probablemente tampoco lo haría.”
Las personas que habian vivido dificultades podian entenderse mejor entre si. El hecho de que él hubiera esperado tantos años ya era suficiente
Se mostró conmovido, raramente sin asperezas ni filoly dijo: “Todos estos años… ¿te ha parecido dificil?”
“Cuando era niña, si lo pensaba.”
Tomé un profundo respiro, observando los alrededores con una sensación de familiaridad dificil de explicar, y sonrei: “Pero con el tiempo, te acostumbras. Estos últimos años, viviendo tan comodamente con la familia Montes, ya no se puede hablar de dificultades.”
Camilo me observó y pregunto: “Entonces, ¿eres feliz todos los días?”
No pude evitar reirme, caminando hacia el patio y diciendole: “Camilo, la mayoría de las personas ya hacen todo lo posible simplemente por vivit. ¿Cómo podrían ser felices todos los días?”
“¿Es así?”
“Y tú, ¿eres feliz?”
Camilo también caminó con largos pasos hacia afuera, cerrando la puerta detrás de él y me echó una mirada de reojo respondiéndome: “Preguntas sabiendo la respuesta.”
No era feliz. Probablemente, desde que Vanesa desapareció, nunca volvió a serlo.
“Oh.” Me encogi de hombros, sin continuar la conversación.
Me llevó hacia el patio de Fabiola y luego dijo: “La abuela quiere que te quedes a vivir con la familia. Monroy, pero si prefieres un hotel, también puedo hablar con ella.”
“No es necesario.”
Negué con la cabeza diciéndole: “Me quedaré aqui para hacerle compañía a la abuela.”
Quizás porque nunca experimenté el cariño de los abuelos cuando era pequeña, disfrutaba estar con Fabiola.
No me sentia incómoda, sino todo lo contrario, era un sentimiento cálido y acogedor. From NôvelDrama.Org.
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Capitulo 338
Camilo regresó a Villa del Mar, claramente más ocupado que en Puerto Nuevo. Por la tarde, después de recibir una llamada, se fue. Una vez que Fabiola lo vio salir completamente del patio, me miró significativamente diciendo: “Niña, ¿tienes algún pensamiento sobre Camilo?”
Su pregunta me tomó por sorpresa y respondi rápidamente: “No.”
La matriarca preguntó incisivamente: “¿Es que no has pensado, o no te atreves a pensar?”
Bajé la cabeza, observando los tabloncillos de madera perfectamente alineados en el suelo y por un momento, realmente no supe que responder. Esa pregunta nunca había cruzado mi mente. Después de mi divorcio, solo esperaba vivir una vida tranquila y no habia pensado en asuntos del corazón. Quizás… en realidad, hubo momentos en que Camilo me conmovió, pero siempre los reprimi de inmediato.
La matriarca me dio una palmadita en el hombro diciendo: “Dime la verdad. No te cohibas por ser la abuela de Vanesa. Camilo ha esperado más de veinte años, ha sido demasiado leal a Vanesa, a nuestra familia Monroy. De ahora en adelante, espero que se sea leal a sí mismo.”
Después de un silencio, respondi: “No he pensado, y tampoco me atrevo a pensar, Además, él ama a Vanesa, lo más adecuado para nosotros es ser simplemente amigos.”
“No te atréves a pensar…
La matriarca hizo una pausa, ignorando mi última frase y solo preguntó: “¿Es porque te has divorciado?” Levanté la cabeza sorprendida: “Asi que lo sabias?”
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