Capítulo 199
Capítulo 0199
Esa vez, Silvia vino con la intención de recorrer los alrededores de la finca en su totalidad. En caso de que Julio no estuviera dispuesto a dejar que Juan se fuera, ella tendría que encontrar definitivamente una manera de llevárselo.
Cuando Juan escuchó que iban a llegar, esperó desde muy temprano en la entrada.
-Mamá.
Silvia miró al pequeño y esperándola en el viento, corrió directo hacia él para abrazarlo. -¿Por qué estás parado aquí? -le preguntó Silvia, tomando su pequeña mano.
-¿No tienes frio?C0ntent © 2024 (N/ô)velDrama.Org.
-No, no tengo frío.
Luego, Juan miró a Julio, que caminaba detrás de Silvia.
-Señor, cuando los estaba esperando, se me durmieron las piernas. ¿Puedes llevarme en brazos?
Silvia de inmediato intervino.
-Tranquilo, mamá te llevará en brazos.
Pero Juan negó con la cabeza y siguió mirando a Julio.
Señor, mamá no está bien de salud. ¿Puedes llevarme tú?
Silvia se sintió un poco incómoda y estaba a punto de persuadir a Juan, pero Julio dio unos pasos hacia adelante y levantó con ternura a Juan por los tirantes de su pantalón desde atrás.
Vamos-dijo Julio, sosteniendo a Juan en el aire.
Debido a experiencias pasadas, él mantuvo una distancia deliberada al levantar a Juan..
La comisura de los labios de Juan se curvó en una sonrisa muy traviesa, y luego comenzó a patear hacia atrás con fuerza. En un breve instante, aparecieron algunas marcas de zapatos en el oscuro traje de Julio. Su expresión se volvió bastante sombría en ese momento.
Mientras pateaba, Juan se disculpaba:
-Señor, lo siento mucho, me dio un calambre en la pierna. ¡En verdad, no quería patearte!
¿Tenía un calambre en la pierna y aún así le pateaba tan certeramente? Julio estaba seguro de que ese mocoso estaba atacándolo solo a propósito.
Está bien, más tarde te revisaré la pierna.
+15 BONUS
Después de poner a Juan en el sofá dentro de la casa, Julio se disponía a tomar la pierna del pequeño.
Pero Juan en ese instante se apresuró a esquivarlo:
-Señor, mi pierna ya está bien.
Julio simplemente lo miró de reojo.
Silvia notó que algo no estaba muy bien entre ellos y se apresuró de inmediato a intervenir:
-Lo siento mucho, Juan no lo hizo a propósito. ¿Quieres cambiarte de ropa primero?
Julio no quería discutir con un niño pequeño de todas formas.
-sí.
Cuando se fue, Silvia se volteó hacia Juan.
-¿Te duele de nuevo el hueso?
Uno de los síntomas de la leucemia es precisamente el dolor de huesos.
Juan negó con la cabeza.
-No, solo fue un pequeño calambre.
Luego, extendió los brazos y abrazó con ternura a Silvia.
-Mamá, hace mucho tiempo que no te veo, te extrañaba muchísimo.
-Yo también te extrañaba, lo siento, tardé en venir a verte-le dijo Silvia, sintiéndose especialmente incómoda.
Viendo que no había nadie cerca, Juan sacó un papel arrugado de su bolsillo.
-Mamá, esto es lo que dibujé cuando pensaba en ti.
Silvia tomó con delicadeza el papel y
lo abrió. Era una verdadera versión
caricaturesca de la finca,!
concella
incluida. Se quedó atónita. Aunque
el dibujo era muy rudimentario,
mostrabal claramente cada rincón de
la finca. The content is on
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Apoyándose en ella, Juan le explicó con claridad:
-Cuando estoy aburrido, la niñera me lleva a pasear y dibujé todos mis lugares favoritos para que tú también puedas verlos.
-Mi amor, esto es realmente muy útil para mamá.
Con ese dibujo, o más precisamente,
ese mapa, ahora tenía una mayon certeza sobre/como llevarse a Juan de forma bastante discreta. z
+15 BONUS
Juan seguía señalando el mapa y le decía a Silvia con dulzura:
-Mamá, mira, aquí está el gatito, y aquí también...
El <<gatito» ... era una cámara de vigilancia.
Silvia miró muy sorprendida al pequeño en sus brazos.
-Juan, ¿cómo sabes dibujar estas cosas tan lindas?
Juan parpadeó con sus grandes ojos llenos de una gran inocencia y le dijo:
-Es que mi maestra me enseñó antes, ¡ya aprendí! ¿Soy inteligente entonces?
Silvia dejó de lado sus sospechas.
Después de todo, Juan tan solo tenía
cuatro años. ¿Cómo podría saben
dibujar mapas? Juan podía ser
inteligente, tal vez incluso más que Silvia, pero era muy improbable que
pensara en algo tan complicado como dibujar mapas.
-Sí, mi pequeño Juan es el más inteligente.