Capítulo 275
Capitulo 275: Valen, Déjame Explicarte…
Valentina observaba las intenciones de los presentes y lo tenía todo claro. Miró a Aitana, quien, rodeada por la multitud, mantenia una sonrisa adecuada en su rostro, mostrando una mezcla de inocencia y modestia, como si realmente no supiera cómo manejar la situación, escondiendo bien su orgullo y
vanidad.
Valentina no pudo evitar soltar una risa fria, casi lamentando haber subido a tocar esa pieza. Hubiera preferido irse a casa antes que compartir otro momento con Altana y soportar su presencia.
Esa risa fria de Valentina encendió la furia de Altana. Al ver que Valentina se marchaba, la expresión de Aitana se ensombreció: mordiéndose el labio, mostró una cara de aflicción como si hubiera sido profundamente herida por el desden de Valentina.
Charles, queriendo defender a Aitana, se acercó con intención de confrontar a Valentina. Pero antes de que pudiera hacer algo, Alonso y Santiago, que estaban a punto de intervenir, vieron cómo Valentina se defendia por si misma, agarrando la muñeca de Charles que intentaba tocarla.
-¿Qué intentas hacer?
Valentina parpadeo, con una mirada inocente e inofensiva. Actuar con dulzura, fingir inocencia, ¿quién
no sabe hacerlo?
Charles quedó desconcertado por un momento, cautivado por la belleza de Valentina, pero pronto su admiración se convirtió en dolor cuando Valentina le propinó una fuerte patada en la pierna, seguida de
una hábil torsión de su muñeca.
El grito de dolor de Charles resonó en el restaurante. En un instante, se encontró de rodillas ante Valentina sin poder resistirse.
Todos quedaron asombrados al ver a Charles, un hombre corpulento, ser sometido tan fácilmente por una joven. Valentina soltó la muñeca de Charles y, con un gesto despectivo, lo hizo girar hasta que quedó arrodillado frente a Aitana.
-Ve con tu dueña, -dijo Valentina, sacudiendo la mano como si se deshiciera del polvo, su tono ligero pero cargado de significado.
El rostro de Aitana se tornó pálido de ira.
-Valen…
Aitana intentó acercarse para intervenir. Hacer que Charles se arrodillara podía considerarse autodefensa por parte de Valentina. Pero si Altana avanzaba y terminaba siendo golpeada por Valentina, incluso un simple escupitajo sería suficiente para ahogar a Valentina en desdén. Aitana calculaba sus movimientos, incluso preparándose para montar un espectáculo de vulnerabilidad frente a todos, especialmente delante de Don Mendoza.
Sin embargo, antes de que pudiera siquiera rozar a Valentina, Santiago, quien habia estado observando desde un costado por un tiempo, ya se habia adelantado. Con pasos largos y rápidos, llegó a su lado. tomó la muñeca de Valentina con una delicadeza que la arrastró suavemente hacia él. Valentina solo pudo sentir un aroma familiar, la gran mano de un hombre sosteniendo la nuca, presionando su rostro contra su pecho amplio.
Sin oportunidad de ver a la persona frente a ella, la familiaridad del momento dejó a Valentina atónita por tres segundos. La aparición de Santiago sorprendió incluso a Alonso. Pero la sorpresa fue breve, y
al ver que Santiago protegia a Valentina, Alonso se interpuso frente a ellos, separando a Aitana y a los
demás.
-¿Qué pretendes hacer? -Alonso miró a Altana con una expresión impasible. Desde que Don Raúl reconoció a Altana como su nieta, aunque Alonso no la apreciaba, la trataba con cortesia debido a su
linaje.
Aitana sabia que la consideración de Alonso se debla únicamente a su identidad. La lealtad hacia Don Raúl significaba que Alonso la trataría bien. Esto era algo que Aitana pensaba explotar. Sin embargo, no esperaba que la mirada de Alonso hacia ella fuera tan fria.
-Hermano Alonso–Aitana, temblando, llamó su atención, intentando explicar que solo queria invitar a su hermana al banquete de cumpleaños de su abuelo. En su desesperación, recurrió a esa excusa.
El banquete de cumpleaños de abuelo es mi responsabilidad. Quién invito o dejo de invitar no es
asunto tuyo.
Respondió Alonso con un tono glacial, desacreditando a quienes intentaban congraciarse con Aitana para asistir al evento de Don Raúl, Los presentes palidecieron al darse cuenta de su error.
Aitana, frustrada y al borde de las lágrimas al ver a Valentina en brazos de Santiago, superó su enojo con Alonso y se dirigió a Santiago:
Don Mendoza, disculpe la espera. Ahora que Valen también está aqui, invitémosla a unirse a nosotros
para comer.
Valentina, confundida y ligeramente ebria, intentaba procesar la situación. Atrapada en el abrazo de su apuesto marido, estaba distraida por su presencia, apenas consciente de lo que sucedia a su alrededor. hasta que la propuesta de Aitana captó su atención.
Aunque Valentina se sentia algo mareada y lenta de pensamiento, logró comprender el significado de las palabras de Aitana. ¿Acaso ellos se referian a Altana y su atractivo marido? ¿Podría ser que Santiago no volviera a casa a cenar esa noche porque tenia una cita con Aitana?
-¿Como es que terminaron juntos? -Valentina no pudo evitar soltar esa pregunta.
Ella levantó la vista hacia Santiago, sin rastro de reproche en sus ojos, sino más bien desdén, como si cuestionara el gusto de su atractivo marido por tener una cita con Aitana. ¿Cómo podia soportar estar con una mujer tan desagradable? ¿Aún podia siquiera pensar en comer?
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-Valen, no te equivoques, déjame explicarte no es lo que plensas, Altana Intentó explicar con desesperación.
Incluso insatisfecha con la separación impuesta por Alonso, Altana se acercó a Santiago y Valentina, temerosa de que Valentina malinterpretara algo,
Valentina casi escupe el trago que habla tomado antes. Altana decla «no te equivoques», pero su Material © NôvelDrama.Org.
manera de explicar parecia desear exactamente lo contrarlo. ¡Qué teatrol