Cariño eres multimillonario

Capítulo 100



Capitulo 100: Lo Extraño que Estaba Actuando su Esposo RêAd lat𝙚St chapters at Novel(D)ra/ma.Org Only

¿Qué? ¿Te casaste? Vaya!

-¿Con la bella? ¡Increible!

–¿Cómo es posible? ¡No lo puedo creer!

Dylan estaba incrédulo. La noticia era tan impactante que caminaba de un lado a otro, pisoteando el suelo en señal de su sorpresa.

Tras el asombro inicial, Dylan pareció recordar algo:

-Pero, si te casaste, ¿por qué necesitas ese acuerdo matrimonial?

Santiago guardó silencio. No podía decirte que aceptó una buena suma de dinero de Valentina para casarse. ¿Qué diria la gente si se enterara que Santiago Mendoza se habla vendido por dinero? ¿Dónde quedaria su honor?

Mientras Santiago permanecia callado, la mente de Dylan ya estaba creando todo un drama de alta sociedad:

-No estarás preocupado de que ella se acerque solo por tu dinero y posición. ¿verdad? ¿Es una precaución contra la bella?

Santiago frunció el ceño, sin ganas de explicar.

-¿O será que la bella está embarazada y tú, Santiago Mendoza, sientes que no está a tu altura? ¿ Planeas abandonarla después de que nazca el niño?

Santiago solo pudo responder con un silencio desconcertado.

¿Qué tonterías estaba diciendo?

Viendo que Dylan se desviaba cada vez más, Santiago lo interrumpió:

-No la abandonaré, ella ni siquiera sabe quién soy realmente.

-¡Eso está bien!

Dylan realmente apreciaba a Valentina. Si no hubiera sido por Santiago, él mismo la habría perseguido. Pero si iba a ser la esposa de Santiago, estaba feliz por ellos.

-Pero… espera -Dylan, como si recién lo entendiera, exclamó-. ¿Ella no sabe que eres Santiago Mendoza?

415 BONOS

Aitana ya no entro al bar. flo esperaba encontrarse con Dylan saliendo apresuradamente, Slavio con cuidado y escuchó todo desde un escondite,

¡Valentina no sabia que se habla casado con Santiago Mendozal

Recordando lo que habla pasado en la comisaria, cuando Santiago Mendoza dijo: A mi esposa no le gusta que me llamen Don Santiago…

-Aha–murmuró Aitana con una sonrisa fria en los labios. Habla encontrado su respuesta y dejó de escuchar lo que Dylan decia,

Altana pensaba en cuanto cariño y especial atención debía tener senior Mendoza por Valentina,

Pero, al darse cuenta de que él le había ocultado su verdadera identidad, comprendió que eso no

era amor.

Para ella, era evidente que el distinguido señor Mendoza, aburrido y poderoso, solo jugaba con Valentina como si fuera un juguete más,

-¡Humph!

Aitana soltó un frio butido. Si las cosas eran asi, el interés de señor Mendoza por Valentina tarde o temprano desapareceria.

Y ella, Altana, todavia tendría una oportunidad. Acarició su vientre pensativamente. Lo que habia considerado su plan de escape ahora parecia convertirse en un obstáculo.

¡Eso no podia ser!

Mordiéndose el labio, como si hubiera tomado una decisión, Aitana soltó una risita y un plan comenzó a tomar forma en su mente.

Valentina tuvo un sueño. Soñó que estaba en brazos de su madre, y el aroma de ella la envolvia en una calidez especial.

Después de despertar de ese sueño, Valentina se sintió más decidida a proteger Starlight Joyas, la joyeria que su madre le había dejado.

Buenos dias -dijo apenas salió de su habitación, encontrando a su esposo tomando café en la

mesa.

La encantadora sonrisa de él la deslumbró por un momento.

+15 BONOS

-¡Desayuna! -dijo Santiago, complacido al ver la mirada embelesada de ella.

Valentina volvió en sl.

En la mesa, habla un plato con un huevo frito de forma extraña, vagamente en forma de corazón.

y algunas lonchas de tocino quemado.

¿El habia cocinado eso?

Recordaba que, desde que comenzaron a vivir juntos, nunca lo había visto cocinar; solo tomaba

café por las mañanas.

Sin decir nada, Valentina pasó por su lado y, al percibir un leve aroma, le recordó extrañamente

al de su madre en el sueño.

No lo pensó mucho y se sentó a desayunar. El huevo, a pesar de su aspecto, sabía bien, y el tocino quemado era comestible.

Santiago la observó terminar el desayuno y sintió un inmenso orgullo. De repente, se dio cuenta de que no era mal cocinero. Podía hacer huevos y tocino, seguro que también sería capaz de preparar platos más elaborados. Mientras hacía planes en su mente, Valentina estaba a punto de salir cuando Santiago dijo de repente:

Valentina.

Ella se giró.

-¿Si?

-Vuelve temprano esta noche, te esperaré.

Valentina respondió con un «Está bien» y se fue, pensando en lo extraño que estaba actuando su

esposo.


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