Capítulo 42
Capítulo 42
Lucas aplastó la colilla en el cesto de basura y habló de nuevo: “El celular de Nayra está dañado, pero todavia tiene arreglo. Solo que va a tomar su tiempo; hay que esperar.
Se dio la vuelta para irse, pero como si recordara algo importante, se volvió y miró fijamente a Renán de nuevo: “Si por tu culpa, por dudar y encubrir, Nayra termina muerta o le pasa algo peor, vas a ser tan culpable como el asesino. Aunque la ley no te toque, la conciencia y la moral te van a pesar siempre“.
Renán se quedó parado, como si de golpe le cayeran varios años encima, le eché una mirada antes de seguir mi camino y no volvi a mirar atrás, no sabia cuándo mi alma podria descansar de verdad, solo me quedaba esperar. Esperar a que encontraran mi cuerpo, que la verdad sallera a la luz, que me incineraran y descansara en paz. Quizás entonces, finalmente, encontraria la paz.
“¡Lucas!
¡Ese loco de Kent desapareció! Estábamos en la investigación y, de repente, se esfumó“.
Lucas frunció el ceño y subió al carro: “Encuentrenlo, no le quiten el ojo de encima. Seguro sabe algo“, estaba convencido de que Kent escondia secretos.
Ly
vila
Me subi al carro con él y vi la foto que tenia en la mano. Era una foto de un niño con un vestido rojo que encontraron en el Centro de Bienestar. En la foto, Kent resaltaba, siempre captando la mirada de cualquiera. seguramente por ser tan guapo, junto a él, había otro niño, con cara de miedo,NôvelDrama.Org © content.
agarrándose de su brazo y escondiéndose detrás de él. Mirándolo de esa forma, Kent parecia un hermano mayor, protegiéndolo.
Lucas miró la foto y dijo con voz grave: “Kent…”
“¿A todos los de esta foto del orfanato se les puede hacer un seguimiento?“, llamó a uno de los suyos.
“Hace años, el orfanato se quemó. El director, al verse descubierto, intentó quemar a todos los niños para destruir la evidencia. Solo sobrevivió Kent, además de las niñas adoptadas. Antes del incendio, Kent era un genio, no estaba loco, se volvió así después del fuego“.
Mirando la foto, Lucas pensó en los niños, todos muertos, excepto Kent.
“Él es el asesino, está matando a todos los del orfanato. Es peligroso, o tiene doble personalidad, es un maestro del disfraz“, quería advertir a Lucas, pero él no podía oírme.
Sin embargo, Lucas también empezaba a sospechar de él: “¡Mantengan a Kent bajo vigilancia, hay que encontrarlo!“.
Al ver su desconfianza, me senti aliviada. Lucas colgó el teléfono, pero sono de nuevo, era el forense: “¡Lucas! Helda desapareció, puede que busque a Yuria, ¿estás cerca?“.
Lucas se quedó helado, mirando hacia el hotel. Yo también estaba nerviosa, mirando la entrada del hotel ¿Helda iba a ir a buscar a Yuria?
Lucas corrió hacia el hotel, y yo lo segul, preocupada.
En el pasillo del hotel.
Yuria estaba apoyada en Renán, pálida y débil. Helda, en la puerta, no estalló en ira, sino que habló con una voz contenida: “Por favor, ayúdame a salvar a Nayri“.
Por mi, Helda tenía que pedirle ayuda a esa mujer.
“Lo siento“, Yuria sollozó, apoyándose en Renán.
Renán estaba molesto: “Helda, no vengas a enloquecer aqui. Yuria está mal y tú la agobias más“.
Helda, con los ojos enrojecidos, lo miró: “De verdad que te mereces morir“.
Capitulo 42
Renán se quedó callado, sin responder.
“No necesitas venir, solo préstame tu vestido“, Helda le pidió a Yuria su largo vestido rojo. El mismo vestido rojo que yo había llevado puesto antes del incidente.
Yuria se quedó pasmada, mirándola: “Estás loca, ese es un asesino“.
“Gente como tú, claro que no mereces que nadie arriesgue la vida por ti“, dijo Helda con voz ronca pero firme. “¿Qué tiene Nayra de especial para que hagas todo esto por ella?“, Yuria murmuraba, como si no pudiera entenderlo ni creerlo.
“¿Y tú te crees digna de escuchar sus virtudes?“, Helda le respondió fríamente, apretando los puños. “Más te vale rezar, Yuria, que lo que le pasó a Nayra no tenga nada que ver contigo, porque si no, jamás te lo perdonaré“.
Yo estaba parada no muy lejos de ahi, suspirando. Ella fue quien me engañó para ir.
“Helda, no te pases“, Renan defendió a Yuria, visiblemente molesto.
“Señorita Blanco, hagamos como ella dice. Si no quieres aparecer, no hay problema, pero préstanos el vestido“, Lucas intervino después de escuchar un rato y se acercó a paso rápido. La verdad, ya sabia
distinguir entre quién tenia el corazón bueno y quién no. Yuria estaba dilatando las cosas a propósito, sin querer dar la cara para salvarme: