Capítulo 25
Capítulo 25
Capitulo 25 Raul no se fue de inmediato. Cuando Flynn besaba a Clara en su cama de hospital, él estaba alli fuera.
Habia visto como Clara lo besaba, con esa ternura. La ira lo tens todo, sus manos se apretaron en pufios, por ultimo, cuando Clara no pudo aguantar mas y dejé escapar un sonido de placer, Ratil no pudo evitar golpear la pared con furia.
Sangre por todas partes, la mano de Ratil estaba manchada de sangre. Pero parecia no sentir nada de dolor, no solté el pufio, solo su rostro se oscurecié atin mas. Por un momento, quiso entrar a la habitacion, y llevarse a Clara frente a Flynn. Pero él sabia que, si daba un paso, su compromiso con Silvia se anularia de inmediato.
Todo en lo que habia trabajado tanto para conseguir, todo el dinero y poder que habia ganado, jdesapareceria en un instante! Asi que solo decidié irse, condujo hasta un barrio que no era ni nuevo ni viejo. Habia vivido alli durante dos afios, los guardias de seguridad atin lo recordaban, cuando vieron su carro entrar, saludaron con entusiasmo: “jSr. Guzman, has vuelto!*.
Raul asintié sin expresion. Subid al piso, abrid una puerta. Un piso de 80 metros cuadrados, lleno de recuerdos suyos con Clara.
Cuando Satellite Business International CO. estaba al borde de la quiebra, la familia Guzman se apifiaba en esa vieja casa, apenas podian comer, tenian que ir ellos mismos al mercado a comprar verduras baratas.
En aquel momento, la vida era muy dura. Clara, para no herir su orgullo, solia ir a cocinar para él, también lo ayudaba cuando lo necesitaba.
jQué toata fue! Ella siempre penso que Raul la amaba, pero en realidad siempre la habia estado utilizando. jClara nunca entendié ese orden de cosas!
Hasta ese momento, Clara pensaba que Antonio habia sido arrastrado por ella, nunca supo que hace afios Antonio habia sido el chivo expiatorio que Rati habia elegido, y ella, Clara, solo habia sido una herramienta para ganarse la confianza de Antonio.
jQué tonta e ingenua era esa herramienta, que al final incluso Raul la extrariaba! Incluso si tuviera éxito, gdonde podria encontrar a otra mujer tan tonta que lo amara?
Queria retenerla, tenerla a su lado. Que cocine para él, que le dé masajes cuando esté cansado, quizas incluso le permita tener un hijo.
Raul salié al balcon, encendié un cigarrillo y lo fum6 lentamente. Después de fumar 4 cigarrillos, llamé a su secretaria: “; Hay alguna noticia de Antonio? ; Todavia és el abogado Villas quien esta a cargo del caso?”
La secretaria confirmé que si. Raul le dio instrucciones sin expresi6n.
La secretaria se alarmo. Habia estado con Ratil durante mucho tiempo, sabia de su relacién con Clara, y no pudo evitar hablar por ella: “Sr. Guzman, la Srta. Castillo... después de todo...”
Raul respondio friamente: “jHaz lo que te digo! Hazlo de forma limpia y rapida, que nadie sospeche*. La secretaria guard6 silencio por un momento, luego acepto.
Justo en ese momento, llegé una llamada de Silvia. Raul estaba molesto y no queria contestar, pero ella llamo varias veces, al final tuvo que responder,
“Raul, gdonde estas?*. “Me duele mucho la mano, gpodrias venir a ponerme un poco de medicina?*.
“Mafiana mis padres vendran, probablemente hablaran sobre la fecha de la boda, puedes hacer que tu madre también venga?*.
Todo lo que Raul podia pensar en ese momento era en como Clara se veia un poco aturdida cuando Flynn la besaba, se sentiaConTEent bel0ngs to Nôv(e)lD/rama(.)Org .
un poco entumecido al recordarlo, solo respondio friamente cuando Silvia insistid: “Bien, lo tengo en cuenta*.
Después de colgar el teléfono, pens, jque asi sea! Los hombres de poder y riqueza pueden tener lo que quieren. Incluso después de 20 afios, no se arrepentiria de su decision de ese dia.